Fecha de nacimiento:
8 de noviembre de 1874
Fecha de muerte:
3 de enero de 1924
Felipe Carrillo Puerto nació en Motul, el 8 de noviembre de 1874. Desde niño conoció las duras circunstancias de vida en la que vivían los campesinos yucatecos, indígenas mayas en su mayoría, que trabajaban largas jornadas en condiciones de semiesclavitud, explotados y vejados por los terratenientes criollos, dueños de las haciendas, conocidos como la casta divina. Felipe no sólo se interesó por aprender la lengua y la cultura maya desde muy joven, sino que hizo suya la causa que definiría su vida: luchar para que los indígenas consiguieran su libertad económica, fueran reconocidos sus derechos, y formaran parte de la nación mexicana sin perder su identidad cultural, lingüística, sus formas de organización independiente, sus tradiciones y costumbres.
Sólo estudió la primaria, pues tuvo que trabajar desde la adolescencia para ayudar a su familia. Dotado de una aguda inteligencia, tuvo una sólida formación autodidacta, leía mucho de literatura, filosofía, economía política, socialismo. Y, desde muy joven, adquirió una profunda consciencia social. A los 18 años, encabezó a la comunidad maya de Kaxatah a la que los hacendados de Dzununcán querían desalojar. Los hacendados y las autoridades porfiristas no toleraron esa protesta y Felipe fue apresado. La prisión fortaleció su compromiso para construir una sociedad más justa, libre y democrática.
Se desempeñó como síndico y regidor de Motul, donde chocó con los hacendados, al defender los derechos agrarios del pueblo maya. Incursionó en el periodismo de oposición, dirigiendo El Heraldo de Motul, donde denunció los abusos y atropellos de la casta divina, lo que le valió un nuevo encarcelamiento en 1907. Su compromiso social lo llevó a ser parte del movimiento antirreleccionista yucateco y de la revolución maderista. En agosto de 1911 fue arrestado al defenderse de una agresión en la que resultó muerto su agresor. Salió de la cárcel en marzo de 1913, cuando el experimento democrático de Madero había sido destruido por los grupos conservadores que estuvieron detrás de la traición de Victoriano Huerta.
Felipe Carrillo Puerto se dirigió al estado de Morelos, para apoyar la revolución zapatista. Se integró a la Comisión Agraria de Cuautla y fue nombrado coronel del Ejército Libertador del Sur. Los meses que vivió en Morelos lo convencieron de que era posible una transformación radical de la sociedad, en la que los campesinos y los indígenas fueran los protagonistas principales. Regresó a Yucatán en julio de 1915, atraído por las reformas sociales que impulsaba el general constitucionalista Salvador Alvarado, uno de los líderes más sólidos políticamente y más radicales de esa corriente revolucionaria. Sin embargo, fue apresado, acusado de zapatista. Desde la prisión, pidió entrevistarse con Salvador Alvarado, quien accedió a ello. En esa entrevista, se dieron cuenta que ambos tenían objetivos revolucionarios similares. Carrillo Puerto fue integrado a la comisión agraria local, en la que aprovechó su experiencia en Morelos para que los mayas y campesinos yucatecos recuperaran sus tierras y pudieran trabajarlas en libertad.
Para entonces, sus lecturas y su experiencia revolucionaria lo habían hecho socialista. Promovió la organización de un sindicato de agricultores y ligas de resistencia campesinas, alentó las tomas de tierras e incursionó nuevamente en la política local. Fue electo diputado suplente para el Congreso Constituyente que redactaría en Querétaro la Constitución Política más avanzada de su tiempo, aunque no pudo asistir a ese Congreso. En marzo de 1917 fue presidente del Partido Socialista de Yucatán. Desde ahí impulsó la ampliación de las ligas de resistencia campesinas, que aglutinaron a más de 80 mil miembros. En 1918 fue diputado local y presidió la Cámara de Diputados yucateca. A fines de ese año, fue gobernador interino de su entidad, donde permaneció 42 días. En ese lapso, impulsó una avanzada ley laboral que garantizaba el derecho de huelga sin la necesidad de arbitraje, así como la semana laboral de 40 horas.
Tras el triunfo de la rebelión de Agua Prieta y el ascenso de Obregón a la Presidencia de la República en 1920, el socialismo yucateco cobró nuevos bríos. Carrillo Puerto fue elegido gobernador de su estado en noviembre de 1921. Tomó posesión el 1º de febrero de 1922, con un discurso que pronunció en maya en el que, además de jurar cumplir y hacer cumplir la Constitución, juró cumplir y hacer cumplir los postulados de los congresos obreros de Motul e Izamal celebrados meses atrás. Comenzó entonces uno de los procesos de transformación más importantes en la historia de Yucatán y del país. Carrillo Puerto dijo que su gobierno era el primer gobierno socialista de América. Promovió la construcción de carreteras, Impulsó los derechos políticos de las mujeres. Promulgó leyes en favor de los trabajadores, de los inquilinos, hizo una ley de expropiación por causa de utilidad pública. Impulsó la educación, combatió el alcoholismo y el fanatismo religioso, la preservación de la lengua maya, creó cooperativas de producción y consumo.
Este gran proceso de transformación basado en la comunidad indígena fue aplastado por las tropas de la rebelión delahuertista, que se levantaron en armas contra el gobierno de Álvaro Obregón en 1923 y que fueron apoyadas por la casta divina yucateca. Carrillo Puerto fue apresado, sometido a juicio militar y fusilado el 3 de enero de 1924. Lo asesinaron los enemigos del pueblo, quienes pretendían poner fin, con su muerte, a uno de los proyectos de transformación económica, política, social y cultural más importantes en la historia de la Revolución Mexicana y de toda la historia de México.